martes, 24 de abril de 2018

IMPACTO DE LA TINTA EN LA SALUD


Tintas en contacto con alimentos: 
Se debe controlar que no migren sustancias tóxicas ni perjudiciales cuando contactan con alimentos a través del envase o de forma directa
Los alimentos entran en contacto con numerosos materiales a lo largo del proceso de producción. Además de los envases (plástico, vidrio, papel o tetra brik, entre otros), hay que prestar atención a las sustancias que integran las tintas con las que se imprime información sobre el producto, bien a través de adhesivos o del marcaje directo en carnes. Es un un paso más que se debe controlar. En todos los casos, las sustancias utilizadas deben ser seguras y no transferir o migrar sus componentes al alimento en cantidades que supongan un riesgo para la salud.


EL CASO ITX: Uno de los incidentes más destacados de la migración de sustancias no deseables en los alimentos se detectó en 2003. Entonces se retiró en distintos países europeos leche infantil contaminada con isopropilo tioxantona (ITX), utilizada en el marcado de envases de tetra brik. La alarma, que surgió en Italia, dio cuenta de la contaminación en estos envases recubiertos con finas películas plásticas de ITX, de naturaleza liposoluble, un aspecto que favorece su disolución en el plástico y en la parte grasa del alimento. Los análisis realizados entonces confirmaron que la presencia de esta sustancia en envases de otros alimentos, como los zumos de manzana, no era perceptible, así como tampoco lo era en los envases más pequeños. El problema se produjo en el proceso de marcaje, basado en el uso de bobinas impresas con tintas fotosensibles para decorar el exterior. Ocurrió que el cartón estaba enrollado en bobinas y, por tanto, la cara impresa tocaba la otra cara, correspondiente al interior del envase y que entra en contacto con el alimento.







La tinta de los tatuajes afecta al sistema inmune: 
Cada tinta para tatuajes tiene una composición diferente según su color. Es decir, generalmente están compuestas de pigmentos que derivan del metal, pero cada color se forma por la fusión de diferentes compuestos. Debes tener en cuenta que esto muchas veces puede causar reacciones alérgicas; es por eso que se dice que ciertos colores pueden causar más alergia que otros (como el blanco y el rojo por ejemplo) pero lo cierto es que esto es muy relativo, ya que también dependerá de tu organismo y qué tan propenso sea a contraer alergias.

Estas sustancias viajan por el cuerpo hasta los ganglios linfáticos. Allí se acumulan, tiñen estos órganos con los mismos colores que se incrustan en la piel y los engrosan de manera crónica. "Cuantos más tatuajes se tenga, mayor será el número de partículas que se acumularán en los nódulos linfáticos", ha afirmado a EL MUNDO Ines Schreiver, investigadora del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos y coautora del estudio en el que también participa el Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón de Grenoble (Francia).

La composición química de la tinta empleada en los tatuajes es muy variada y puede incluir desde pigmentos orgánicos a impurezas que contienen metales pesados como el níquel, el cromo, el manganeso o el cobalto. En particular, el pigmento blanco que se utiliza para causar los efectos de brillos y sombras de estas ilustraciones está formado de dióxido de titanio, del que se ha descrito que produce un retraso en la cicatrización, inflamación de la piel y picazón. Este compuesto también se usa en la industria alimenticia, protectores solares y pinturas.

El color más popular que se aplica en un tatuaje, el negro, se compone de hidrocarburos aromáticos policíclicos, un compuesto orgánico que produce cáncer. En todos los casos, el estudio demuestra también que cualquiera de los pigmentos inoculados en la piel produce una alteración en las proteínas de la membrana de las células que lo rodean, aunque este efecto no se ha visto en los nódulos linfáticos.







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